No es ningún secreto que el agua es un recurso fundamental para la vida en la Tierra. De hecho, nosotros mismos estamos compuestos en un 80% por este líquido y la superficie terrestre está ocupada en un 70% por el mismo. Y aunque muchas personas, a la fecha, aún creen que este recurso es ilimitado, la realidad es que no es así.
Las reservas de agua dulce con las que se cuenta están ubicadas en su mayoría en glaciares, y las aguas subterráneas son las principales fuentes de abastecimiento para el consumo humano y desarrollo de la vida, por ello, es importante preservar y dar un buen uso a este elemento tan vital.
Lo anterior requiere de un trabajo colaborativo y la concientización de todos los sectores, por lo que queremos compartirte algunas formas en las que podemos aportar para solucionar esta situación, ya sea de forma individual o colectiva:
El agua se involucra en muchos procesos industriales y cotidianos, sin embargo, no toda es consumida o desaparece, sino que deja de ser útil al ser contaminada por resultado de alguna actividad humana. Para su reincorporación en el sistema hídrico existen algunas técnicas que “limpian” ciertos materiales, y que pueden hacer que esta agua sobrante sea nuevamente utilizable sin complicaciones posteriores.
De acuerdo con National Geographic, en 2050 muchos de los ríos, lagos y otros cuerpos de agua podrían encontrarse en un estado crítico debido a su explotación, siendo estos mismos un soporte significativo para satisfacer nuestra demanda hídrica. Las aguas subterráneas son muy valiosas; su uso trae consigo grandes problemas en los suelos y las infraestructuras, por lo que cuidar la gestión y administración de estos almacenes es una manera de que garanticemos su seguridad.
Para mantener nuestra existencia, requerimos de alimentos, bebidas, medicinas, vestidos, construcciones y otros servicios que facilitan nuestro modo de vida. Todos estos tienen un componente en común: necesitan del agua para su fabricación. La huella hídrica es un instrumento que mide cuánta agua consumimos directa o indirectamente, y que nos ayuda a detectar áreas de oportunidad para compensarlo, a través de acciones como bañarnos en menos tiempo, reutilizar y adquirir productos respetuosos con el ambiente para contribuir a reducir la crisis de agua que padecemos.
La recarga pluvial de las aguas subterráneas es un fuerte apoyo para evitar la escasez y la pérdida de ecosistemas, por lo que fomentar este recurso es una buena manera de cuidar el agua, aún más frente a la situación actual, donde cada vez hay más regiones con sequías intensas.
Integrar esta medida a nuestra estrategia de conservación hídrica es clave para asegurar un futuro favorable en términos de accesibilidad al agua, por lo que requieren de nuestra cooperación, la de los gobiernos y, por supuesto, de la industria privada. En FUNO buscamos continuamente el impulso a grandes iniciativas en esta materia para crear un impacto positivo para el país desde el sector inmobiliario.
En FUNO tenemos más de 39 plantas de tratamiento hídrico en operación en todo el país, las cuales depuran más de 470,000 m3 de agua anualmente, el equivalente a 191 albercas olímpicas. Buscamos el uso responsable del agua, pero también retribuir a las comunidades con proyectos que ayuden en el mejor empleo de este recurso.
Esto forma parte de nuestra estrategia de responsabilidad social, es por ello que, desde nuestra campaña "FUNO te ayuda a ayudar", la cual busca financiar iniciativas externas de impacto local, apoyando el desarrollo de proyectos que benefician el cuidado del agua en México, te platicamos algunas de ellas:
Fue presentado por el Jardín Botánico e implicó la instalación de una PTAR para gestionar las aguas residuales de 700 viviendas que serán reutilizadas en el mismo espacio, evitando la llegada de contaminantes a la bahía.
Con esta iniciativa logramos beneficiar a más de 3 mil personas aledañas, con una inversión de más de 1 millón 300 mil pesos.
Tiene como objetivo reservar hasta 580 mil litros de agua pluvial para reinyectar los mantos acuíferos de la Ciudad de México, así como ser una reserva para mantener hidratadas a las especies vegetales y cultivos de la zona durante las épocas de sequía. Para impulsarlo, destinamos más de 2 millones 500 mil pesos para restaurar la Barranca de Tarango, una captadora de agua natural.
Asimismo, trabajamos para tener una relación sostenible con el agua, creando infraestructura consciente integrando mecanismos para cuidar el agua, como es el ejemplo de Torre Mayor, inmueble de nuestro portafolio de oficinas que tiene la capacidad de tratar agua y conseguir que sea reusada en actividades humanas.
Gracias a la implementación de tecnología especializada, Torre Mayor puede garantizar a sus inquilinos el abastecimiento en época de sequía, durante tres días sin la necesidad de extraer agua de la red municipal, aportando a la comunidad aledaña.
En FUNO creemos que las alianzas y el financiamiento pueden contrarrestar los retos hídricos de México, lo que es indispensable para asegurar el derecho al agua y preservar la vida en el planeta.